Clark Leonard Hull fue un influyente psicólogo estadounidense que se propuso comprender el aprendizaje y la motivación a través de leyes cientificas del comportamiento
nació en Akron, un pueblo del estado de Nueva York, en 1884. Según relata en su autobiografía, su padre era un hombre agresivo y poco cultivado que tenía una granja.
A los 17 años Hull empezó a trabajar como profesor en una escuela rural, pero poco después decidió que quería estudiar más, por lo que ingresó en un instituto y posteriormente en la Universidad de Alma, Michigan. Poco antes de graduarse estuvo a punto de morir a causa de la fiebre tifoidea.
Este autor ha pasado a la historia principalmente por su teoría de la reducción del impulso, pero ésta no fue su única aportación a la psicología y a otras ciencias relacionadas.
Los maestros asumen que el comportamiento de los estudiantes es una respuesta a su ambiente pasado y presente, por lo tanto todo comportamiento es aprendido proporcionar la innovación se pretende lograr del estudiante una respuesta deseada ante un estimulo todo estudiante necesita incentivos para aprender y cumplir con las obligaciones escolares
Hull planteó que el aprendizaje es un modo de adaptación a
los retos del medio que favorece la supervivencia de los seres vivos. Lo define
como un proceso activo de formación de hábitos que nos permiten reducir los
impulsos, como el hambre, la diversión, la relajación o la sexualidad. Estos
pueden ser básicos o adquiridos por condicionamiento.
Según Hull, cuando nos encontramos en un “estado de necesidad” aumenta el impulso, o la motivación, para llevar a cabo un comportamiento que sabemos por experiencia que la satisface. Para que la conducta sea ejecutada es necesario que el hábito tenga una cierta fuerza y que el refuerzo que se obtendrá por el comportamiento motive al sujeto
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